En una entrada anterior, dejé una serie de interrogantes para reflexionar acerca del AbP. Y como no podía ser de otra manera, me gustaría mostrar mi opinión acerca de esta metodología:
¿Facilita la
integración de los contenidos curriculares con el desarrollo de las competencias
básicas? ¿Facilita la integración de la teoría con la práctica?
La complejidad de aunar
competencias con contenidos es evidente. Por ello, una nueva perspectiva
programática más integradora puede ayudar a su consecución. La teoría,
evidentemente, es necesaria pero que nuestros alumnos sepan para qué es
necesaria puede conseguir aprendizajes realmente significativos.
¿Qué
características y estructura determinan lo que es un proyecto?
Metodología,
currículo, organización temporal, papel de los alumnos, maestros y familiares, tratamiento de la información, evaluación. Un proyecto de trabajo
no tiene, ni debe, seguir un guion fijo. Ahora bien, debe cumplir ciertas
características y objetivos.
¿Respeta los
distintos niveles y capacidades del alumnado?
Es evidente la gran
diversidad que hoy en día tenemos en nuestras aulas, y resulta muy difícil
individualizar los procesos de aprendizaje. Esta metodología puede atender
mucho mejor a la diversidad en el aula, al crear estrategias de organización
que respetan los ritmos de aprendizaje.
¿Consigue que el
alumnado se implique en su propio aprendizaje?
Uno de los mayores
problemas a los que se enfrentan los profesores es la falta de interés por
parte de sus alumnos. Quizás si partimos de sus propios intereses se impliquen
más en las tareas escolares.
¿Es una
metodología que va acorde con la sociedad actual?
La sociedad actual posee
un conocimiento múltiple, e incluso descentrado, gracias a las tecnologías de
la información y de la comunicación. Su aprendizaje es continuo, por lo que la
enseñanza tradicional (a la que algunos parecen aferrarse) resulta
insuficiente. El pensamiento crítico, la creatividad, la capacidad de
iniciativa, la resolución de problemas, la toma de decisiones son algunas de
las características que la sociedad actual requiere y pueden trabajarse desde
las aulas.
¿Potencia la
colaboración frente a la competición?
La enseñanza tradicional
hace que algunos alumnos vean el colegio como una carrera de fondo. En los
proyectos de trabajo, al haber un fin común y un trabajo compartido, se
potencia la colaboración entre iguales, y por tanto podremos estimular una
participación más democrática.
Uno de los
pilares de la educación, recogido en el informe Delors para la Unesco, es el de
aprender a vivir juntos ¿estas
experiencias favorecen la cohesión social?
Trabajar en grupo
requiere comprender y respetar a los demás, desarrollando valores como son la
cooperación, la solidaridad, la comprensión… Los conflictos entre personas son
inevitables, así que la manera de resolverlos será lo que nos haga crecer como
personas y como sociedad.
Imagen: http://www.relpe.org/wp-content/uploads/2014/03/Captura10.jpg |
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