Sonríe cada día

Sonríe cada día

viernes, 26 de octubre de 2018

3.3 REFLEXIÓN FINAL

Siempre me pasa lo mismo... creo que no me va a dar tiempo y que no voy a poder ver y compartir ideas. Pero al final, siempre consigo terminar las tareas y ver otras sugerencias de compañeros que siempre me vienen muy bien.

Me encanta ver que hay otros profes que quieren luchar para que la inclusión deje de ser un derecho y se convierta en el día a día sin más. La elaboración de materiales para este tipo de alumnado no debería centrarse únicamente en ellos y eso es lo que he intentado en este curso. He procurado que todo el alumnado y profesorado se sienta involucrado en el aprendizaje de aquellos que necesitan un empujón mayor, cosa que TODOS HEMOS NECESITADO EN ALGÚN MOMENTO DE NUESTRA VIDA.

Las ideas de los compañeros del curso me han resultado muy interesantes y enriquecedoras porque todos tenemos un contexto diferente que aún así puede ayudarnos en nuestra práctica docente. Nunca he trabajado en secundaria pero me gustaría que mis alumnos llegaran y saber cuáles son las dificultades de sus futuros profes, puede ayudarme a plantearme objetivos que no los hubiera pensado. O conocer otros planteamientos me han dado ideas para dejar algún objetivo e iniciar por otro camino... quizás no sea tan importante aprender a sumar en los folios y salir a comprar unas chuches sea más productivo para todos.

Quizás mi error ha sido no ser muy innovadora a la hora de usar nuevas plataformas digitales pero creo que he sido clara y he intentado mostrarlo de manera atractiva. Cada día salen cosas nuevas y aunque me encanta “trastear” con nuevas herramientas digitales, a veces hay que centrarse e ir al grano.

Llegamos al final y aunque estoy muy orgullosa  de terminar, me quedo con el proceso, con las sugerencias  de los compañeros y con las ganas de seguir luchando para que todos vayamos a una.



martes, 16 de octubre de 2018

2.4 REVISIÓN Y CONCLUSIONES

Siempre que tengo que hacer alguna actividad para un curso y tengo que elegir un alumno, me resulta complicado porque todos tienen algo especial. Cada uno de ellos tiene algo que me hace acostarme dando vueltas a la cabeza o consiguen con un abrazo, un beso o un simple toque en la mano hacerme recordar por qué soy maestra PT ¿Por qué he elegido a este alumno? No lo sé, quizás su gran evolución me motiva a seguir formándome o simplemente ese día me dijo que estaba contento e hizo que pensara irremediablemente en él.

En cuanto a sus rasgos o características más relevantes decir que es un alumno fantástico, que quiere aprender y que le gusta hacer las cosas bien. Es genial en números aunque le resulta muy complicado la resolución de problemas (nada que no se pueda solucionar con una explicación más detallada y con algún dibujo). Le encanta leer y cualquier cuento es capaz de leerlo de una sentada aunque escribir es otra historia. Es un alumno con muchas virtudes y con dificultades en algunas cosillas pero que generalmente quiere remediar con su gran interés por aprender.

Generalmente me gusta preguntar a la familia si creen que su hijo es feliz y qué cosas podemos hacer todos para mejorar junto a él. Sus gustos personales son uno de los pilares para llegar a recovecos que a veces resulta complicado llegar ¿quizás los puzzles? ¿La tableta? Pero sobretodo ¿jugar a qué?

Mi propuesta de intervención puede parecer muy académica, enfocada a conseguir aquellos objetivos que nos marca el currículo escolar pero los papeles son eso, papeles (y no me lo toméis al pie de la letra). Mi propuesta pretende ser un camino con atajos y con cambios de rumbo porque cada día es una aventura y tenemos que apreciar cada momento y cada experiencia para exprimirlo al máximo. Es tan divertido descubrir con un simple juego de "piedra, papel o tijera" se pueden trabajar tantas cosas... los turnos, los números ordinales, las normas, la imaginación y lo más importante: el juego compartido. Esa es mi propuesta, aprender con sentido, con amor y dedicación.